Tu salud física y tu bienestar emocional se influyen mutuamente. Es decir: a buena salud existe mayor felicidad, y viceversa.

Estudios sobre esta materia demuestran que las personas con mayor bienestar emocional:

  • Tienen hábitos saludables (consumen alimentos más sanos, fuman y beben menos y hacen más ejercicio).
  • Tienen mejor respuesta inmune y menos infecciones virales.
  • Tienen menos afecciones cardiovasculares.
  • Tienen menos enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes.
  • Tienen menos riesgo de enfermedades mentales.
  • Gastan menos en salud.
  • Viven más y mejor.